24.1.12

cosas imposibles

2012
el año del dragón



Suele decirse que nuestros sentidos nos engañan.
Que la "razon" no se equivoca.

Yo creo que somos nosotros los que engañamos a nuestros sentidos.
Recortándolos.

Haciéndolos pasar a través del tamiz de una razón que, no solamente nunca fue pura,
sino que además es maliciosamente tendenciosa.
Convenciéndolos de que hay una sola manera de interpretar el mundo.
De ver el mundo.
      De oir el mundo.

Como una palabra que solo pudiera tener uno, y solo un significado.
Negándole el derecho a toda metáfora, negándole toda posible poesia.

Una intención seductora para el año que comienza sería -sin duda- rebelarnos, al menos por un rato, a este falso antagonismo entre razón y sentidos.
O, en todo caso: dejarnos engañar amablemente por ellos.
Darles permiso.
   Permiso para oir y oler y ver y acariciar lo "no posible".
      Permiso para abrir la puerta de la percepción, y salir a jugar.
Entregarnos a esa fantástica energía creadora que no distingue entre lo posible y lo que no se puede.
Que pone el mismo y cariñoso empeño en todo lo que toca, ya sea un unicornio o una mariposa.

Bienvenidos a un nuevo ciclo.
Bienvenidos al lugar de las cosas posibles.

1.4.11

la forma inutil



Una forma siempre "quiere ser algo"
     Una Forma, es una forma siempre para algo o para alguien.
Decimos que entonces la forma tiene “sentido”.

Me pregunto si el sentido siempre es evidente ó al menos inteligible.
Me pregunto si existe un universo de sentidos que se nos escape.
Y más, me pregunto cual es el sentido de la forma que no tiene sentido para nada, para nadie.

Hace ya mucho tiempo que Mies sentenció: “La Forma sigue a la Función
también hace mucho tiempo que la sentencia esta siendo cuestionada, debatida y
puesta en crisis a lo ancho del mundo de la Forma.  

Si podemos pensar que la Forma tiene una Función por y para ella misma, no impuesta, no adjudicada... Una función que es propia de la forma.  Una función de la forma. La disputa se disuelve.
Deja paso a la exploración de los sentidos posibles (y los no posibles) de cada forma, en cada tiempo y en cada lugar.

Si podemos creer en un sentido propio de la forma, entonces la "forma inútil"
es un contrasentido....


Podríamos, al diseñar al inventar una forma, liberarnos de los programas (funcionales) y producir guiados por el puro placer formal.
 Y entonces la forma inútil, no sólo es un contrasentido, sino tambien una esperanza.